lunes, 30 de septiembre de 2013

 MARCO TEÓRICO:
Un tatuaje es una herida punzante en las capas profundas de tu piel, que se llena con tinta. Se realiza penetrando la piel con una aguja e inyectando tinta en la zona, generalmente creando algún tipo de diseño. La razón por la que los tatuajes duran tanto es que son profundos: la tinta no se inyecta en la epidermis (la capa superior de la piel que continuamos produciendo y cambiando a lo largo de toda la vida). Por el contrario, se inyecta en la dermis, que es la segunda capa de piel más profunda.
La pregunta es ¿Cuál sería la correlación del tatuaje al día de hoy?.
Una posible respuesta que hable de generalidades y no de un caso en particular describiría: la identidad juvenil, la atoafirmación, el culto de la imagen, el consumismo, la transgresión.
Aún más difícil de definir la tendencia al tatuaje es definir qué es ser joven hoy y que se tiene la libertad para hacerlo. Para ello son necesarios una serie de requisitos, entre ellos el declarar el fin de la infancia.
El tatuaje lo confirma, “de niño no podía hacerlo, hoy que no lo soy lo hago”, ganó esta pulseada con los padres de la infancia. O sea, al igual que en la antigüedad el tatuaje otorga un sentido de identidad (qué función cumple esa persona en la sociedad y que quiere representar con eso.
El término autoafirmación surge de las propias inseguridades del adolescente y se relaciona a lo ya descripto.
El culto de la imagen, aunque no trasportable a la antigüedad, también se relaciona con la noción de pertenencia que alude a la imagen. Hoy se encuentra potenciada por la educación de la T.V, cine, afiches, videoclips, pantallas computadoras; en definitiva el diseño gráfico. Hasta el packaging se ha convertido en una ciencia (en muchos productos se emplea mas recursos en el envoltorio que en el objeto en si).
En el consumismo, el común de la sociedad de consumo “consumo, luego existo”; el tatuaje es un bien de mercado y le caben las generales de la ley.   Existen tatuajes más caros, más glamorosos, más exóticos, en fin toda la escala de valores del consumismo.
Por último la trasgresión es el mecanismo mediante el cual el adolescente intenta provocar a los adultos, generando inquietud y molestias, quieren ser identificados, sentirse diferentes de los demás.

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